ALFONSO MARTÍNEZ ALCÁZAR, UN REMEDO DE DONALD TRUMP

Morelia, Michoacan a 28 de Febrero 2017.- Las redadas de la trilogía del eje municipal Jesús Ávalos Plata (Mussolini), Alfonso Martínez Alcázar (Hitler) y José Luis Gil Vázquez (Hirohito), secretario del ayuntamiento, presidente municipal de Morelia y secretario de Servicios Públicos, respectivamente, en contra de los vendedores ambulantes están cargadas de tal discriminación y racismo que a Martínez Alcázar lo califican como un remedo de Trump.

Parece que la amenaza del “Duce”, Jesús Ávalos Plata, de desaparecer a los ambulantes del Centro Histórico “tope en lo que tope” va en serio, y es que recientemente se han intensificado las redadas del municipio en contra de los vendedores ambulantes bajo el pretexto de aplicar la ley. (Esto con total ausencia de congruencia porque para unos sí se cumple y para otros no; esto ya se verá en otra entrega).

En el portal que alberga el café del Virrey de Mendoza –por cierto muy buen café- una indígena acudió a ofrecer sus cantaros de barro a los turistas que ahí se encontraban y le compraron.

Segundos después se escuchó el ruido de ollas al romperse y sí, efectivamente, los inspectores del ayuntamiento les quitaron sus cantaros, los arrojaron a una camioneta y los rompieron.

Las manos diestras de los michoacanos, las manos mágicas de los artesanos michoacanos, que tanto reconocimiento tienen en el mundo por la belleza de sus obras, son minimizadas por el racismo del Führer, Alfonso Martínez Alcázar, cuyo gobierno avienta todo su arsenal de inspectores –neonazis- en contra de los comerciantes ambulantes.

El ruido de las artesanías al romperse generó incertidumbre y desasosiego entre quienes en ese momento estaban en el portal y en las cercanías del mismo- el sábado pasado-; los turistas norteamericanos, que minutos antes habían comprado una de esas piezas artesanales, desaprobaron la inhumana medida que el Duce, el Führer y el Emperador Gil Vázquez han emprendido contra los vendedores del Centro Histórico.

Un día después, las víctimas del ejército neo-nazi de los inspectores del ayuntamiento fueron los vendedores de tamales a quienes, para variar, les decomisaron el producto, con todo y carrito.

Tanto los artesanos como los tamaleros buscan, con su actividad, llevar lícitamente el sustento a sus familias y este derecho, consagrado en la Constitución, lo está violentando la trilogía del eje municipal. Ambos –tamaleros y artesanos- perdieron la inversión que hicieron para la elaboración de sus respectivos productos.

¿A dónde los quieren mandar la trilogía Duce, Führer y Emperador? ¿A robar? ¿Es eso lo que pretenden al negarles a ejercer un trabajo lícito?
Francisco Garcidueñas, líder migrante, mencionó que en cualquier ciudad de Estados Unidos se van a encontrar vendedores ambulantes, que son regulados por las autoridades, también interviene la policía, pero no actúan con la represión que hay en Morelia, pero la organización y el diálogo, allá, ha permitido que no los criminalicen.

Aquí, dijo, Martínez Alcázar “ni nos ve ni nos oye. Yo sigo diciendo que Alfonso Martínez es un simple remedo de Donald Trump porque lo que él ejerce es el racismo y la discriminación y eso es realmente gravísimo”.

Aseguró que Martínez Alcázar nada más quiere que el Centro Histórico sea para un pequeño grupo de comerciantes, “debe entender que el camino de la violación a los derechos humanos no nos lleva a ningún lado.

Ahora es tiempo de unidad de todos los mexicanos, de todos los morelianos porque solo unidos vamos a salir fortalecidos del embate económico que se nos está viniendo, con el gasolinazo y la posible deportación de miles de michoacanos y Morelia va a ser una de las regiones mayormente impactada”.

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